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Estad siempre alegres en el Señor





Queridos hermanos de Santa Bárbara,


Hoy en la primera lectura del profeta Isaías encontramos estas hermosas palabras: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena

noticia a los pobres, a proclamar un año de gracia del Señor…». Estas palabras, pronunciadas hace muchos siglos, también son para nosotros hoy palabras que nos dan consuelo y renuevan nuestra esperanza, cuando nos encontramos en circunstancias difíciles causadas por la pandemia. Pero ya cercanos a la Navidad, preparémonos para recibir al Señor, que nos anuncia un tiempo de gracia y de liberación.


El Adviento es precisamente tiempo de espera, de esperanza y de preparación para la llegada del Señor. A este encuentro nos invita también Juan Bautista, quien se retiró al desierto para llevar una vida muy austera y para invitar a la gente a la conversión.

Pero ¿Quién es este hombre? ¿Quién es Juan Bautista? Su respuesta refleja una humildad sorprendente. No es el Mesías, no es la luz. No es Elías que olvió a la tierra, ni el gran profeta esperado. Es el precursor, un simple testigo, totalmente subordinado a Aquel que anuncia; una voz en el desierto. También hoy, en el desierto de asfalto, donde se vive una gran ausencia de Dios, necesitamos voces que anuncien: «Dios existe, está siempre cerca, aunque parezca ausente». Voces en el desierto, testigos de la fe que conmuevan el corazón de los solitarios, de los alejados del amor de Dios que viven en este mundo con tantas tinieblas y tantas oscuridades. Los cristianos estamos llamados a ser testigos de la luz. Esta debe ser nuestra misión en el tiempo de Adviento. Seremos testigos de la luz si llevamos en nosotros la luz de Dios, si nuestra alegría refleja que estamos seguros de que Su luz existe, podremos llevar esta luz a la gente a nuestro alrededor.


Este domingo tercero del tiempo de Adviento, se llama domingo "Gaudete", que significa "estad alegres", recordando las palabras de san Pablo: "Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres" porque "El Señor está cerca". Pero ¿En qué sentido debemos entender esta "cercanía" de Dios? La cercanía de Dios no es una cuestión de espacio y de tiempo, sino más bien una cuestión de amor: el amor nos acerca

Este domingo tercero del tiempo de Adviento, se llama domingo "Gaudete", que significa "estad alegres", recordando las palabras de san Pablo: "Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres" porque "El Señor está cerca". Pero ¿En qué sentido debemos entender esta "cercanía" de Dios? La cercanía de Dios no es una cuestión de espacio y de tiempo, sino más bien una cuestión de amor: el amor nos acerca. Sí, nos alegramos porque el Señor está cerca y dentro de pocos días, en la noche de Navidad, celebraremos el misterio de su Nacimiento. María fue la primera en escuchar la invitación del ángel: «Alégrate, llena de gracia: el Señor está contigo». Ella nos señala el camino para alcanzar la verdadera alegría, la que proviene de Dios. Santa María de las Gracias, Madre del Divino Amor,


ruega por todos nosotros.Amén.


Padre Alvaro Huertas

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