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La transfiguración del señor


Hoy, camino hacia la Pascua, la Palabra nos muestra la Transfiguración del Señor. Y nos pide caminar por el sendero estrecho y áspero. Es el camino de la “fe obediente” que le exigió a Abraham al dirigirse a metas desconocidas: “Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré”. Es el camino “difícil de la perseverancia” que le exige a Timoteo vencer el desaliento y le pide una generosidad renovada del don de sí: “Toma parte en los duros trabajos del Evangelio según la fuerza que dios te dé”. Que nos dice hoy el texto: que la gracia se manifestó en el evangelio, y aparece el salvador Jesucristo, que destruyo la muerte y saco a la luz la vida inmortal. Es la frase de la segunda lectura que sintetiza el mensaje que la palabra de Dios que nos regala en este domingo. Cristo destruye la muerte, dándonos una vida inmortal, es la experiencia de los tres discípulos que Jesús llevo a la montaña. Por eso es que Pedro dijo: ¡Señor que hermoso es estar aquí!


La segunda lectura afirma: “Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo, y por medio del evangelio, al aparecer nuestro salvador Jesucristo” las otras dos revelaciones son el Bautismo y después de espirar en la cruz; en los tres acontecimientos una voz afirma que Jesús es el Hijo de Dios. Los textos de hoy nos permiten pregustar la experiencia del esplendor de los apóstoles en el Tabor, para seguir un nuevo caminando. La promesa de la bendición divina colmó de esperanza la vida de Abraham; la fuerza de Dios ayudó a Timoteo a obtener la gracia de Cristo para poder difundir el Evangelio con entusiasmo.


La visión de Jesucristo transfigurado es el memorial para los discípulos cuando llegue la hora de la ignominia, de la persecución y de la cruz; Jesús muestra su gloria, y aparece la nube de la presencia de Dios para declarar: “Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo”.

¿Qué significa la Transfiguración para los discípulos de ayer y de hoy? para Pedro, Santiago y Juan, en ese momento solo han conocido a Jesús como un hombre entre los hombres, alguien que hacía mucho bien a sus semejantes, que anunciaba la palabra de Dios, que oraba constantemente. Pero era solo un hombre más.

Los discípulos experimentan a Jesús como realmente es, como Dios: “se transfiguro delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz” los discípulos afirman que se les adelanto en instantes, la realidad del cielo, y la vida inmortal a la que estaban llamados.

Jesús se revelo de una manera singular donde aparecen: Moisés y Elías. Los representantes del A.T. Hoy nosotros discípulos del Señor, también hoy somos invitados a participar de esa experiencia, como a aquellos discípulos “Este es mi Hijo, amado. Mi predilecto. Escúchenlo”.

Hoy reunidos en comunidad para escuchar la palabra nos revela quien es Jesús, para animarnos como a Pedro, Santiago y Juan: “Levántense no teman” que no perdamos la esperanza y la confianza en la salvación, pues El destruyo la muerte y saco a la luz la vida inmortal.

 

Los gozos cuaresmales: Todos los años, al llegar el segundo domingo de la Cuaresma, la Iglesia nos sube al monte Tabor, para la oración y la contemplación y podernos defender de las tentaciones, y no olvidarnos de la verdad esencial.No ayunamos ni nos mortificamos, durante los cuarenta días, para pasarlo mal, sino para degustar muchos gozos mayores que los de la carne. San Pedro dice:Señor, « ¡Qué bien se está aquí!». La Transfiguración es una experiencia de oración. En 3 movimientos:. Movimiento es irse a un lugar para estar solos. Pedro Santiago y Juan2º. Movimiento: Llegar estar a solas Buscando la soledad con Cristo.


Cuando estamos en silencio, sentimos una nueva luminosidad, una voz que lo dice el evangelio escúchenlo, es la voz de Dios, esto no lo vivimos solos es decir no estamos solos estamos con El Señor.Por eso nos privamos de satisfacciones corporales que nos atan a la tierra y nos llenan de ruido el alma.Una vez calladas esas voces, busca el alma el rostro del Señor, y lo encuentra en el silencio de la oración, en la meditación de las Escrituras, y en el altar. Sobre ese monte, mientras el cuerpo llora su hambre, y añora el corazón sus consuelos, el alma y exclama: « ¡Qué bien se está aquí!».¡Qué hermoso eres, Señor! ¡Qué dulce, tu rostro! ¡Qué preciosas, tus manos extendidas! Si Moisés, en el Horeb, no pudo contemplar sino la espalda de Dios, nosotros, en lo alto del monte cuaresmal, contemplamos tu santísima humanidad, y podría el alma morir de amor.3º. Movimiento es del regreso. En el momento del regreso; nos sentimos bien, en paz, tranquilos, en calma; pero Jesús nos dice no es para separarnos del mundo, sino para volver a las realidades y situaciones propias de la vida, con la comunidad. Pero hay que sacar espacios para la oraciónLa transfiguración es una ida y volver al regreso, el silencio es para cuidar los espacios que tenemos en nuestra vida de cada día¿Quién dijo que la Cuaresma es sufrimiento? Aunque, sin sufrimiento, no haya Cuaresma, la Cuaresma es gozo y paz. Que así sea.



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